¡Así es como se siente una noche relajada! YOGI TEA® Felices Sueños con aceite esencial de lavanda de alta calidad, flor de manzanilla y lúpulo nos permite disfrutar conscientemente de las tranquilas horas de la tarde y el final del día.
Hinojo*, Menta piperita*, Hierba limón*, Flores de manzanilla*, Melisa*, Salvia*, Flores de lavanda*, Cardamomo*, Lúpulo*, Aceite esencial de lavanda*, Nuez moscada*
* agricultura ecológica
El aceite esencial de lavanda se obtiene de las flores de lavanda, una planta perteneciente a la familia de las lamiáceas que es autóctona de la zona mediterránea. La lavanda tiene un sabor aromático y es popular por sus hermosas flores y el olor suave, cautivador.
Para los germanos era sagrada, para los egipcios la semilla del dios del sol Re: la manzanilla de pétalos blancos con sus brillantes flores amarillas. La manzanilla es una planta herbácea cuyo típico olor conoce casi todo el mundo. Sus flores tienen un sabor ligeramente amargo y agradablemente suave.
El lúpulo es una trepadora de hasta 10 que crece silvestre sobre todo en los lindes del bosque, el claros y en arbustos. Sus espigas amarillo verdosas se cosechan a finales de agosto, tienen un sabor ligeramente agrio y dulce-amargo.
En las orillas del Mediterráneo se huele el embriagador aroma de la lavanda. De allí es autóctona la planta, perteneciente a la familia de las lamiáceas, aunque se cultive en todos los continentes debido a sus hermosas flores. La lavanda tiene un sabor amargo-sabroso y ligeramente agrio y contiene valiosos aceites esenciales.
Una excelente manera de relajarse antes de dormir es practicar respiración larga y profunda. Sentado cómodamente con las piernas cruzadas, la espalda derecha y los hombros relajados. Las manos con las palmas hacia arriba en el regazo. Cerrar los ojos y relajarse completamente. Respirar lenta y profundamente por la nariz. Permanecer observando la respiración, cómo el aire llena los pulmones, expandiendo el diafragma. Vaciar completamente los pulmones al exhalar. Continuar de 1 a 5 minutos. Después, acostarse sobre el lado derecho y gozar un sueño profundo y reparador.